“Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot…Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos… Yo te ruego que te apartes de mí… “
Génesis 13: 7-9
Hay elementos que no pueden unirse, no importa el esfuerzo que se haga por mantenerlos juntos. Agua y Aceite no se mezclan, aunque los revuelvan juntos en un mismo envase, tienden a separarse, tal como el humo se separa de la tierra y asciende hacia el cielo. Donde entra la luz inexorablemente la oscuridad se va, son opuestas, donde esta una no esta la otra, aun mas, la oscuridad es la ausencia de luz;
“… ¿Y que comunión (tiene) la luz con las tinieblas?...”
2Corintios 6:14
Resulta muy conflictivo colocar en el mismo yugo a un buey y una mula, es contraproducente, da resultados contrarios a los que se buscan. Entre los humanos existen casos, muchos casos, donde la compatibilidad no ha sido posible ni por el pasar de los años. Es cuesta arriba, más bien imposible, lograr un propósito donde existen personas con distinto propósito en sus mentes o con diferente “espíritu”;
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Amos 3:3
Una organización es un conjunto de personas que trabajan en función de un mismo propósito, por lo tanto no serán eficaces, y no tendrán los resultados esperados si no existe verdadera unidad de mensaje, de mente, espíritu y propósito.
“Os ruego, pues, hermanos, por el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no halla entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”
1 Corintios 1:10
No es común predicar o dar un mensaje de exhortación a la separación en vez de llamar a la unidad. No faltara quien acuse de ser instrumento de Satanás a quien proponga una salida de separación para resolver conflictos, y aun más en esta época de “espíritu ecuménico”. La evidencia bíblica nos indica una razón sobre la necesidad de separación en el caso de los Corintios, los mismos a quienes les exhortaba antes a mantener o procurar una unidad perfecta;
“…es necesario que entre vosotros halla disensiones, para que se hagan manifiestos los que son aprobados.”
1 Corintios 11:19
Entendemos, al cotejar las palabras del apóstol Pablo a los Corintios, que los que hicieron sinceros esfuerzos en procura de la unidad y lo logran entre ellos por tener afinidades necesarias de pensamiento, doctrina, espíritu y propósito terminan separados de quienes no poseen las mismas afinidades o no hicieron esfuerzos suficientes por no tener vocación o no ser realmente regenerados. Lo cierto es que el apóstol Pablo ve en última instancia una necesidad de separación. Lo mismo ocurre en casos de diferencia doctrinal en puntos fundamentales, en la cual uno de los bandos pervierte o tuerce la doctrina del Señor;
“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”
Romanos 16:17
En el tema que nos ocupa tomaremos como ejemplo a Abraham y Lot, quienes aceptaron la propuesta de separarse, admitiendo que estarían mejor así, eligiendo cada uno una dirección y un espacio distinto. Lo más irónico es que la propuesta sale de Abraham, el cual era el hombre de mayor fe y visión entre ambos. ¿Por qué surge esta propuesta de un hombre como Abraham?, ¿Qué puede hacer necesaria, y hasta piadosa, la decisión de separarse de un ser querido, hermano y pariente de Abraham?, veamos;
1. Diferencias incompatibles entre Abraham y Lot
Los intereses de Abraham y Lot eran distintos. Abraham le dio preeminencia a la voluntad de Dios y los valores eternos,
“…murieron… sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra…los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria…Anhelaban una (patria) mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos…”
Hebreos 11:13-14, 16
Obviamente, por lo que leemos, Abraham tenia su visión y sus intereses en lo eterno, ya que nunca recibió en la tierra lo prometido, aunque recibió muchos bienes materiales. Canaan, la tierra prometida a Abraham, pasó a ser propiedad de su descendencia unos cuatrocientos años después. El corazón y la mente de Abraham no tenían raíces ni aferramiento a lo de esta tierra.
Por otra parte, Lot busco prosperidad material y temporal. Eligio su propio camino, sin ser guiado por Dios, dejándose arrastrar por sus propios sentidos y deseos. No dio prioridad a la voluntad de Dios. Lot demostró falta de visión en su errada decisión de ir por el camino de Sodoma, guiado por sus ojos carnales;
“Y alzo Lot sus ojos, y vio toda la llanura de Jordan, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová,…Entonces Lot escogió para si toda la llanura del Jordán…”
Génesis 13:10-11
Lot era creyente, no era apostata o un incrédulo. Pedro lo llama justo y piadoso Lot;
“…libro al justo Lot… este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa…”
2 Pedro 2:7-8
Lot pensaba mucho en su estabilidad económica, en su prosperidad material. Sus intereses los coloco antes que los de Dios. Los creyentes deben tener su mirada primeramente en lo celestial, el reino de Dios, y lo demás es añadidura;
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas, os serán añadidas.”
Mateo 6:33
La fe le dio la certeza a Abraham que Dios guiaría providencialmente sus pasos, ni siquiera eligió antes de Lot, el le permitió a Lot escoger primero, porque el esperaba que Dios eligiera por el. Abraham elegía por dirección divina, respetando la soberanía de Dios, mientras que Lot elegía por si mismo y declaraba según su propia mente lo que deseaba y se disponía a tomarlo por su propia fuerza y voluntad.
El problema de la incompatibilidad
Abraham quería evitar conflictos con su sobrino Lot debido a las contiendas entre sus pastores y los de Lot. Se peleaban por los pastos, el agua, quizás por celos de liderazgo, etc. Con o sin razones, la contienda debía evitarse, podía llegar a situaciones extremas;
“Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot…Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos… Yo te ruego que te apartes de mí… “
Génesis 13: 7-9
El problema de la influencia
¿Por qué no especular sobre alguna otra razón valida para la separación?, una razón legitima dada por el Apóstol Pablo a los creyentes de la iglesia del nuevo testamento, y pudo estar en la mente de Abraham. Me refiero a que Abraham quería evitar que la mente de su gente se contaminara con el sentir y el pensamiento de Lot. El era un hombre de fe y de paz que seguramente ejercía influencia en quienes trabajaban para el y le seguían a todas partes. ¿Quería Abraham mantener armonía de pensamiento, sentir, propósito y visión en su gente?, seguro que si. Abraham quería evitar un problema de mala influencia en sus pastores, tal como lo penaba el apóstol Pablo;
“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”
Romanos 16:17
Conflictos para decisiones vitales
Un verdadero creyente guiado por Dios necesita estar en un yugo con alguien compatible. Un yugo desigual trae conflictos. Cuando un buey dominante o guía intenta tomar el rumbo de un surco el compañero debe seguir el mismo rumbo, o se agotaran ambos midiendo fuerzas, y retrasando el paso. A la hora de tomar decisiones vitales y trascendentales el creyente debe dejar de lado cualquier compañero incompatible que retrase o paralice su paso hacia la meta trazada por Dios, en eso pensó Abraham,
“Si alguno viene a mi, y no aborrece a su padre, y a su madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”
Lucas 14:26
Abraham no quería perturbaciones futuras para seguir la visión que Dios le daría gradualmente, necesitaba decidir sin tener que esperar por Lot o entrar en contradicciones con el. Esta verdad es cierta en familias, parejas, iglesias y organizaciones eclesiásticas.
Solución al problema de la incompatibilidad
Abraham le propone a Lot separarse y tomar direcciones opuestas, en conformidad con lo que existía en sus mentes y corazones. La distancia, o estar en espacios diferentes, evitarían contiendas dañinas y otros problemas ya descritos.
1. ¿Pueden convivir juntos los pastores de Abraham y Lot que existen hoy? Los que buscan el reino de Dios y los que buscan las añadiduras.
2. ¿Pueden cohabitar pastores de distinta visión sobre los aspectos fundamentales de la fe y la practica cristiana? Llámense liberales y conservadores, progresistas y anacrónicos, etc el lenguaje ya es hostil y ofensivo.
3. ¿Pueden estar juntos sintiendo el temor por el contagio negativo de unos pastores por otros, tomando en cuenta que la escritura dice que “…los de la carne persiguen a los del Espíritu…” (Galatas 4:29)?, porque sabemos que algunos prácticamente acosan a otros mental y físicamente para atraerlos a su forma de pensar y actuar como le ocurría a los Galatas cristianos con los judaizantes de la época. ¡Eso no es comunión, es una farsa!.
4. ¿Es saludable mantener una falsa unidad, en la cual solo hay masa y multitud, en la que unos se satisfacen sensualmente y otros se afligen por lo que ven y disciernen espiritualmente?
La conclusión es que ante ciertos hechos de la actualidad eclesiástica en ciertas federaciones u organizaciones la separación ya es urgente. El milagro puede ocurrir, lo deseamos, pero la biblia exhorta hacia ciertas acciones. La alianza espiritual y fraterna de los hermanos de un mismo sentir, pensar y hablar es una demanda necesaria, y eso implica separarse de otros.